http://elpais.com/elpais/2015/10/31/opinion/1446309047_261902.html
En
un tiempo en que las incertezas son más que las certezas necesitamos de
verdaderos líderes que puedan devolvernos la ilusión por nuestro futuro. Y por
el contrario, los único que constatamos a diario es el nacimiento de nuevos
profetas que nos llevarán a una tierra prometida, lejos, muy lejos de la
realidad que impone sus normas, o de pertinaces luchadores que en la espera
consiguen desesperar a sus adversarios, o de prestidigitadores que desvían la
atención de un pueblo justo en la dirección contraria a la que se encuentra el
origen de sus problemas, o de los que simplemente como estrategia consideran
que cuando dos discuten el tercero se ríe confiados a batirse con un rival
debilitado. ¿Dónde se encuentra la verdadera talla política? ¿Realmente somos
un país abocado al determinismo de nuestra pasividad como sociedad frente a la
hiperactividad de los que tan solo persiguen una poltrona?
Tal vez Casio tenía
razón cuando le decía a Bruto: ¨ La culpa, querido Bruto, no es de nuestras
estrellas, sino de nosotros mismos, que consentimos en ser inferiores ¨
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