Pues esto mismo es lo que parece ocurrir en la UE, después de infinidad de experimentos con gaseosa, volvemos a llegar tarde, como siempre. Pero esta vez
hemos descubierto que nuestras conciencias ya tienen precio: 3.000 millones de euros para que las alambradas estén más al sur, para ser exactos, en Turquía. Lo podría decir más alto pero no más claro: el sur está subiendo al norte por desesperación y esto no hay alambrada ni muro que lo detenga, aunque lo diga en alemán.
hemos descubierto que nuestras conciencias ya tienen precio: 3.000 millones de euros para que las alambradas estén más al sur, para ser exactos, en Turquía. Lo podría decir más alto pero no más claro: el sur está subiendo al norte por desesperación y esto no hay alambrada ni muro que lo detenga, aunque lo diga en alemán.
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