http://www.farodevigo.es/cartas/2017/02/08/papa-francisco-mal-menor/1619382.html
¨ El aborto no es un problema teológico: es un problema humano,
es un problema médico. Pero evitar el embarazo no es un mal absoluto",
aseguraba el Papa Francisco el 18/02/2016, a pesar de que Pablo VI en una
situación difícil en África (la guerra en el Congo Belga) permitió a las monjas
usar anticonceptivos para casos en los que fueron violadas, como es habitual en
ese continente donde la violación se ha constituido en un arma devastadora
capaz de destruir comunidades enteras. A pesar de todo esto y del riesgo que
supone el alarmante incremento de enfermedades como el VIH, uno de los papas
más progresistas de los que hayamos tenido constancia ha decidido, tan solo un
año después, de lo que parecía un atisbo de aproximación del Vaticano al mundo
de los mortales, nombrar un delegado pontificio al frente de la Orden de Malta,
después de que este miércoles el Papa Francisco aceptase la dimisión presentada
por el gran maestro de esta institución, Matthew Festing, de 67 años, quien se
había revelado al pontífice por una disputa en el origen de la cual está la
distribución de preservativos en África y Asia por parte de algunas ONG
vinculadas a la orden. Cabe entonces preguntarse ¿cuál es ese precepto sagrado
que hace que una vida sea tan importante unas veces y otras tan poco? Por
paradójico que pueda parecer, al controlar artificialmente los efectos de la
unión sexual, manipulamos a Dios, desviamos su plan. Siendo el Señor Dueño de
todo, pretendemos excluirlo de un ámbito fundamental: el origen de la vida
Porque la unión sexual es el instrumento que Dios ha previsto para hacer lo más
grande que realiza el hombre: traer nuevas criaturas al mundo; aunque parece
ser que no contempla de la misma forma mantener vivas las que ha traído a este
mundo.
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