jueves, 29 de octubre de 2015

NUEVOS Y VIEJOS PROFETAS ( EL FARO DE VIGO 28/10/15)

Nuevos y viejos profetas

http://www.farodevigo.es/cartas/2015/10/28/nuevos-viejos-profetas/1339806.html


             En un tiempo en que las incertezas son más que las certezas necesitamos de verdaderos líderes que puedan devolvernos la ilusión por nuestro futuro. Y por el contrario, los único que constatamos a diario es el nacimiento de nuevos profetas que nos llevarán a una tierra prometida lejos, muy lejos de la realidad que imponen sus normas, o de pertinaces luchadores que en la espera consiguen desesperar a sus adversarios, o prestidigitadores que captan la atención de un pueblo justo en la dirección contraria a la que se encuentra el origen de sus problemas, o de los que simplemente como estrategia consideran que cuando dos discuten el tercero se ríe confiado a batirse con un rival debilitado. ¿Dónde se encuentra la verdadera talla política? ¿Realmente somos un país abocado al determinismo de nuestra pasividad como sociedad frente a la hiperactividad de los que tan solo persiguen una poltrona?
Tal vez Casio tenía razón cuando le decía a Bruto: "La culpa, querido Bruto, no es de nuestras estrellas, sino de nosotros mismos, que consentimos en ser inferiores"


lunes, 26 de octubre de 2015

EL RUIDO DE FONDO ( EL PAÍS 25/10/15) )


EL RUIDO DE FONDO

http://elpais.com/elpais/2015/10/25/opinion/1445791201_657824.html

    Hasta que el calor ha decidido viajar a otro hemisferio no había podido constatar el ruido de fondo, tenue, casi siempre constante: el chirrío de los frenos de los coches, fruto de otras prioridades en las maltrechas economías familiares, significa que el aceite que engrasaba las bolsas mundiales está comenzando a dejar de fluir por los engranajes que las movían, emitiendo otro chirrío mucho más alto y alertador. El 1% de la población mundial posee casi la mitad de la riqueza, y este porcentaje también va en aumento a medida que ese sonido de fondo se hace más perceptible. Es una ecuación simple: para obtener mayores beneficios hay que producir más o gastar menos y, a ser posible, ambas al mismo tiempo, lo cual nos conduce a mano de obra más barata para inundar el mercado de productos más baratos, que serán comprados en otros países, hasta que estos dejen de hacerlo porque, a su vez, ya habían inundado a los primeros con todo lo que requerían para producir a destajo. Nada se crea ni se destruye, se transforma; se transforma en riquezas que a veces crean mano de obra y otras esperan una nueva oportunidad de aumentar la rentabilidad de sus inversiones