lunes, 14 de mayo de 2018

THE IMPERFECT BALANCE //EL EQUILIBRIO IMPERFECTO ( EL PAÍS )

   Einstein's famous formula E = mc2, is no longer a mere logo printed on the shirts of thousands of young people trying to identify with the cool character of  the physics as seasonal fashion trend .   Unfortunately, what some of us have had to study in the univesity, the majority of the people envision on the current news explaining the differences between a thermonuclear fission bomb and fusion; although the last one is not the most destructive: A Chinese stocks drop  7% in 29 minutes have created a shock wave with more devastating effects. And all, by ignoring another genius, of macroeconomics, John Forbes Nash, who also anticípated us in his famous Theory of Balance,  that "countries" competing for the same product market only try to maximize their profits, even if these could be greater if cooperate between them.   Nice word:  cooperation; in a strange world.

   
      EL EQUILIBRIO IMPERFECTO

   http://elpais.com/elpais/2016/01/08/opinion/1452248160_969178.html

   La célebre fórmula de Einstein E=mc<MD+>2<MD> está dejando de ser un mero logotipo impreso en las camisetas de miles de personas que intentan identificarse con el carácter cool de la física como una moda más.
Lamentablemente, lo que algunos hemos tenido que estudiar en la facultad, la mayoría lo vislumbran en las noticias actuales que intentan explicar la diferencia entre una bomba de fisión termonuclear y una de fusión, aunque esta última no sea la más destructiva: una caída de la Bolsa china del 7% en 29 minutos genera una onda expansiva global con efectos más devastadores. Y todo, por no hacer caso a otro genio de la macroeconomía, John Forbes Nash, que en su también célebre principio del equilibrio nos anticipa que “países” compitiendo por el mismo bien únicamente intentarán maximizar sus ganancias, aun cuando estas podrían ser mayores si cooperasen ¡Qué bonita palabra!;cooperación


QUERER, PODER, LUCHAR ( EL FARO DE VIGO )



                        http://www.farodevigo.es/cartas/2018/05/10/luchar/1888458.html

           
             Poder, querer, luchar por superarnos a nosotros mismos es  cada vez algo más infrecuente: luchar por una ilusión, por un reto, por dar lo mejor de nosotros mismos, está al alcance de casi todo el mundo. Sí, es cierto que hay personas que tal vez nazcan tocadas por la barita de la excepcionalidad que les otorga o les despoja de algún don. Pero el resto de nosotros nos definimos por los valores que perseguimos y por el empeño que ponemos para conseguirlos. En este sentido he tenido la suerte de que en la vida de mi hija se haya cruzado José Antonio, un excepcional profesor, que en estos últimos días previos a su merecida jubilación después de toda una vida ejerciendo mucho más que la docencia sigue tratando de  conseguir que sus alumnos crean en sí mismos, que crean que ser mejor persona no es una estupidez pasada de moda, que crean que derrochar una vida siendo un mero espectador de tu propia existencia es un lujo que nadie se debiera permitir.

                No será fácil recoger este testigo, al igual que tampoco lo será borrar su huella en cada uno de sus alumnos. No obstante puedo afirmar que al menos en el colegio de mi hija no es un caso aislado, como a buen seguro no lo será en la mayoría de los centros educativos.

                Querer, poder, luchar es el legado que nos deja José Antonio: conseguir que alguien quiera luchar por sus sueños es casi tan difícil como hacerles creer que lo pueden conseguir. Yo puedo dar fe de que lo ha logrado.

                

martes, 8 de mayo de 2018

EL MURO DE LUCA ( EL FARO DE VIGO )

http://www.farodevigo.es/cartas/2018/05/06/muro-luca/1886067.html




Desde pequeño siempre había creído que el mundo acababa en aquello que él llamaban campo de fútbol, únicamente intuido por la presencias de tres estacas de las que colgaba una vieja red que hacía ya muchos años había dejado de alimentar a la familia del joven Luca. Detrás de ellas, un muro con dos caras: el de color gris que ponía límites a las esperanzas de los hijos de pescadores que intentaban no verse atrapados por aquellas redes; y del otro, el de color salmón, el que solo podía ser visto por la familia Cassavachi, propietaria de una fábrica que había ido pasando de generación en generación alimentándose de la desesperación de todos los que vivían en aquel pequeño pueblo bañado por el mar. Aún así, Luca nunca tuvo interés en saber por qué la vida le había puesto a un lado de ese muro y no al otro. Al fin y al cabo, tan solo necesitaba su posesión más preciada para ser feliz: ése balón de fútbol en lucha perpetua entre el roce de las piedras y las capas de grasa de caballo untada cada noche con la esperanza de que al día siguiente aún hubiese suficiente cuero en él para disfrutar con sus amigos de un partido más. Pero, esa tarde la fatalidad se alió en su contra; una patada más fuerte de lo habitual, un barril de aceite vacío dejado por Dios sabe quién, y todos enmudecieron al ver lo imposible, lo que nunca había ocurrido. Sus miradas siguieron la trayectoria que el balón describía en el aire seguro de que el muro que había ido creciendo en su interior al mismo tiempo que ellos lo hacían, era infranqueable. No había nada que temer, la pelota rebotaría y todo seguiría igual...Pero, por un instante el viento se quiso aliar con los poderosos arrebatándoles lo único que les alejaba de aquel muro gris.